Jesucristo quiso que el domingo siguiente a su resurrección, se celebrara la misericordia. Este importante mensaje le fue revelado a Sor Faustina Kowalska en 1931, religiosa polaca que fue canonizada por el querido Papa Juan Pablo II en el año 2000.
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La Fiesta de la Divina Misericordia había sido, hasta el año 2000, una devoción privada, pero a partir del 5 de mayo de ese año la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano declaró el segundo domingo de Pascua, es decir, el siguiente al Domingo de Resurrección, como “Segundo Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia”.
El Papa celebró la misa de la Divina Misericordia en 2020 y fue la segunda vez que salía del Vaticano durante la pandemia. Este año, Francisco ofreció desde la Basílica de San Pedro una misa donde rezó el Regina Coeli, que sustituye al Ángelus en periodo pascual.
A través de Twitter, el sumo pontífice envió un mensaje a todos los fieles. “Descubramos en este domingo las tres acciones de la Divina Misericordia en nosotros: da alegría, suscita el perdón y consuela en la fatiga”.
ES: Descubramos en este domingo las tres acciones de la #DivinaMisericordia en nosotros: da alegría, suscita el perdón y consuela en la fatiga.https://t.co/ebm7MYbL2k
— Papa Francisco (@Pontifex_es) April 24, 2022