¿Alguna vez te hiciste alguna herida? ¿Qué sucedió eventualmente?. Te sanaste, ¿verdad?. ¿Alguna vez tuviste algún tipo de fractura?¿Qué sucedió eventualmente?. Te sanaste, ¿verdad?. ¿Alguna vez tuviste algún estirón o lesión muscular? ¿Qué sucedió eventualmente?. Te sanaste, ¿verdad?. Así es, tu cuerpo tiene la inteligencia para poder sanar por si mismo. ¿No es algo asombroso? Claro que lo es.
Así funciona nuestra propia naturaleza y esta es una de las formas de manifestación de nuestra sabiduría interior, lo que es llamado por algunos “Sanador Interior”. Asi mismo, es nuestra Mente Inconsciente que tiene como directiva principal de buscar nuestra salud perfecta quien tiene la inteligencia para “saber que hacer” en el caso suceda algo con nuestro organismo.
Tu cerebro tiene las mismas capacidades regenerativas. Así como hay celulas madre en nuestra piel, huesos y músculos de nuestro cuerpo que nos ayudan a sanar cualquier órgano, tambien tenemos células madre en algunas regiones de nuestro cerebro para ayudar a nuestro cerebro a sanar, regenerar y tambien crecer.
Levi Gayde en su artículo “Born Again Brains en VICE” (Cerebros nacidos de nuevo en VICE), nos dice: “ El cerebro humano continúa regenerándose incluso en la edad adulta, gracias a la neurogénesis adulta o al nacimiento de nuevas neuronas a partir de células madre neurales parentales” (1)
Asimismo, según lo citado por el reconocido neurólogo Dr. David Perlmutter, autor Best Seller #1 en el New York Times, no dice en su artículo Neurogenesis: how to change your brain (Neurogénesis: cómo cambiar tu cerebro),“dentro de cada uno de nuestros cerebros existe una población de células madre neuronales que se reponen continuamente y pueden diferenciarse en neuronas cerebrales. En pocas palabras, todos estamos experimentando terapia de las células madre cerebrales en cada momento de nuestras vidas”.
Todos estamos experimentando terapia de las células madre cerebrales en cada momento de nuestras vidas
Pero ¡espera! ¿Eso qué quiere decir? ¿Qué podemos cambiar nuestros pensamientos y aprender nuevas cosas cuando somos adultos? Y que pasa con los frases como:
• No puedes enseñarle a un perro viejo nuevos trucos
• Ya estoy viejo… no creo que pueda aprender eso.
• Soy muy viejo para aprender un nuevo idioma
• Ya soy adulto, no creo que pueda cambiar
• Yo soy así, siempre he sido así y así moriré…
En nuestro contexto, podriamos considerarlas a estas frases como: creencias o decisiones limitantes. Inicialmente, este tipo de creencias le hacen sentir a uno un ligero alivio para evitar sentir el estrés que genera el cambio (aprendizaje de algo nuevo), pero, ¿realmente ese ligero alivio dura para siempre?, la respuesta es NO. Entre más evitas aprender algo nuevo escondiéndote en creencias similares a las mencionadas lineas arriba, más dolor emocional sentirás a través de emociones como: frustración, miedo, impotencia, angustia, incluso; depresión.
Como un pequeño parentesis en este tema: Sabemos que esta última emoción (depresión) muchas veces es generada por hacer una y una vez lo mismo por un largo periodo de tiempo, es decir, cuando la persona decide someterse a una rutina diaria muy repetitiva, sin propósito, por un largo periodo de tiempo y “lo más importante” sin aprender NADA nuevo. Haz una prueba tu mismo, ¿Conoces a alguna persona que ha estado en depresión o que se encuentra en ese estado actualmente? Pregúntale sobre su rutina diaria durante los últimos meses, lo más probable es que este haciendo lo mismo una y otra vez, día tras día y ese es un factor común del que debes ser consciente ahora. Como dice Jordan B Peterson “Si te encuentras en depresión y no tienes trabajo o amigos, lo primero que debes de hacer es buscar un trabajo o amigos”.
Entonces, al saber que son creencias limitantes, la pregunta sería ¿De donde viene? ¿Tiene alguna base? ¿Por qué podríamos estar pensando que el hecho de que no podemos aprender algo nuevo es verdadero? ¿Lo aprendimos de nuestros padres y si fuera así, de donde lo aprendieron ellos? ¿Cómo se fundamentó esta vieja creencia limitante?
Y bueno, en la búsqueda de respuestas a estas preguntas, podríamos decir que ese tipo de creencias partirían de algunas doctrinas como las de Santiago Ramón y Cajal, quien es re como el padre de la neurociencia moderna y Giulio Bizzozero, el histólogo y mentor italiano más destacado de Camillo Golgi. Incluso, Santiago Ramón y Cajal compartió el Premio Nobel de Medicina en 1906 con Camillo Golgi «en reconocimiento de su trabajo sobre la estructura del sistema nervioso>>
Este pensamiento se respetó hasta la década de 1990, donde los neurólogos practicaban su profesión bajo la doctrina establecida a fines del siglo XIX y principios del XX por el destacado Ramón y Cajal, que dijo: “Una vez que terminó el desarrollo, las fuentes del crecimiento y la regeneración de los axones y las dendritas se secaron irrevocablemente. En los centros para adultos (refiriéndose a su sistema nervioso central), las vias nerviosas son algo fijo, terminado e inmutable. Todo puede morir, nada puede regenerarse. Es para la ciencia del futuro cambiar, si es posible, este duro decreto”. Del mismo modo, Giulio Bizzozero, clasificó los tejidos del cuerpo humano en “lábiles, estables y perennes”. Entre estos últimos estaban las células nerviosas, que se cree que no pueden proliferar en el cerebro postnatal. Esta clasificación se enseñó hasta hace unos años a generaciones de estudiantes de medicina y biólogos de todo el mundo.
Este pensamiento dogmático es lo que quizás generó el viejo refrán que dice “no puedes enseñarle a un perro viejo nuevos trucos”
Así también, como se menciona en el artículo escrito por Luca Colucci-D’Amato y Umberto di Porzio: “Neurogenesis in the adult CNS: From denial to opportunities and challenges for therapy”(Neurogénesis en el SNC de adultos: De la negación a las oportunidades y retos para terapia): Hemos investigado las razones históricas, metodológicas y técnicas por las que este “dogma central de la neurología”, tan influyente en la neurología clínica y experimental, ha durado tanto tiempo. Examinamos cómo se rompió este dogma y quién contribuyó, y las dificultades encontradas por los investigadores “heréticos” que contribuyeron a este objetivo, especialmente entre los años 60 y principios de los 90, cuando por fin ya no se podía negar la neurogénesis en el cerebro adulto. Finalmente, proponemos que la comprensión de los mecanismos subyacentes a diversas enfermedades neurológicas y las interpretaciones de los síndromes clínicos, así como el diseño de nuevas terapias, están siendo revolucionados por la ruptura de este dogma y el descubrimiento de la presencia de células madre neuronales en el cerebro adulto.
Cabe resaltar que hay mucho mérito en las investigaciones y logros de Santiago Ramón y Cajal y Giulio Bizzozero, ya que debemos tener en cuenta y entender que ellos hicieron todo lo posible para teorizar su trabajo con los recursos que ellos tenían disponibles en esos tiempos. Y esto se debió principalmente al hecho de no existía la tecnologia para rastrear el renacimiento de nuevas celulas en general y mucho menos identificarlas como neuronas. Es decir, como se dijo anteriormente en el artículo escripo por Luca Colucci-D’Amato “ya no se podía negar la neurogénesis en el cerebro adulto”
Ahora, definamos rápidamente Neuroplasticidad: según Wikipedia (3)“La neuroplasticidad, también conocida como plasticidad cerebral, o plasticidad neuronal, es la capacidad del cerebro de generar cambios biológicos que van desde el nivel celular (es decir, neuronas individuales) hasta cambios a gran escala que implican la reasignación cortical. Estos cambios a menudo ocurren como resultado de experiencias psicológicas. Los ejemplos de neuroplasticidad incluyen cambios cerebrales resultantes del aprendizaje de una nueva habilidad, cambios resultantes de las influencias del condicionamiento sociocultural, así como cambios que pueden ocurrir como resultado de experimentar estrés psicológico.
Ahora pongamos todo junto. Según Christoper Bergland en su artículo “How Neurogenesis and Neuroplasticity rewire your brain”(Como la Neurogénesis y Neuroplasticidad recablean tu cerebro): “La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para formar nuevas conexiones y vías y cambiar la forma en que están conectados sus circuitos; la Neurogénesis es la capacidad aún más sorprendente del cerebro para desarrollar nuevas neuronas”.
Entonces, ¿Qué significa todo esto? ¿No será que tenemos la capacidad de aprender constantemente nuevas habilidades, comportamientos, pensamientos, etc? Quizás, tenemos mucho más poder del que creemos tener … y eso es algo ¡bueno!
Muchas gracias por tu lectura
Fabián Tejada