El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, reconoció la existencia de una crisis “sin precedentes” con México, tras la intervención policial en la Embajada de ese país en Quito. Esta acción fue ordenada por su gobierno para detener al exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba en el consulado con asilo político y está acusado de corrupción.
Noboa declaró que tuvo que tomar “decisiones excepcionales para proteger la seguridad nacional, el Estado de derecho y la dignidad de un pueblo que rechaza cualquier tipo de impunidad a criminales, delincuentes o narcoterroristas”. En un comunicado publicado en sus redes sociales, el presidente afirmó que está dispuesto a resolver cualquier diferencia con México, pero insistió en que “la justicia no se negocia”.
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El mandatario ecuatoriano destacó que su obligación era cumplir con los dictámenes de la justicia y que no podía permitir que se diera asilo a “delincuentes sentenciados” por crímenes graves. Según Noboa, este asilo habría violado varios acuerdos internacionales y su gobierno estaba consciente del “riesgo inminente” de fuga de Glas.
Noboa criticó a los grupos políticos ecuatorianos que han cuestionado su gestión en este asunto y que han pedido sanciones contra el país. Según el presidente ecuatoriano, algunos sectores incluso han pedido a México que declare la guerra a su gobierno y a la comunidad internacional que sancione económicamente al país, lo que Noboa calificó de “traición a la Patria nunca antes vista”.
A la ciudadanía y la comunidad internacional: pic.twitter.com/ApGngKJqVB
— Daniel Noboa Azin (@DanielNoboaOk) April 8, 2024
El presidente también hizo referencia a la consulta popular que su gobierno ha impulsado para el 21 de abril sobre temas de seguridad, inversiones y empleo. Según Noboa, la mayoría de los ecuatorianos votarán por la dignidad nacional en esta consulta, que describió como “la máxima expresión democrática de una nación”.
Noboa aseguró que Ecuador es un país de paz y justicia que respeta a todas las naciones y el derecho internacional, y expresó su disposición a resolver cualquier diferencia con México, pero reiteró que “la justicia no se negocia y que jamás protegeremos a criminales que les han hecho daño a los mexicanos”.
Finalmente, el mandatario ecuatoriano agradeció a la Policía, Fuerzas Armadas y a su equipo de trabajo, así como a los “millones de ecuatorianos que luchan día a día a mi lado por un nuevo Ecuador”.