Más de 50 denuncias ha recibido la policía francesa sobre ataques con agujas a jóvenes en discotecas en todo el país.
La mayoría de las víctimas resultan ser mujeres, quienes relataron la aparición repentina de síntomas como nauseas, mareo, desmayos e incapacidad para caminar mientras se encuentran de fiesta, además de detectar el pinchazo con un punto rojo y hematoma circular azul en su piel.
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Los análisis de sangre no han revelado la presencia de GHB, conocido como “éxtasis líquido” o “droga de la violación”, una sustancia que los potenciales agresores sexuales mezclan a veces en la bebida de sus víctimas, dijo el fiscal Renaud Gaudeul.
Hasta el momento no se ha detenido a algún sospechoso y las pruebas de laboratorio tampoco han podido establecer la presencia de otra sustancia tóxica.
Las fiscalías de Rennes, Nantes, Toulouse y Grenoble iniciaron investigaciones ante la ola de casos, aunque por ahora no han encontrado pruebas que respalden las denuncias.
