La familia Venecia-Mesa forma parte de un grupo de al menos otras 20 que viven en un sector vulnerable del municipio Valera, en Trujillo. Producto de una invasión, llegaron al lugar y construyeron sus ranchos con láminas de zinc al no contar con una vivienda propia y adecuada.
Franyi Venecia vive junto con el resto de su familia en condiciones de gran vulnerabilidad. Enfermedades y carencias son parte de lo que padecen. Trabaja por día y es poco el ingreso que percibe. Se alimentan de lo poco que pueden comprar o de los productos que reciben a través de los programas de alimentos de la administración de Nicolás Maduro.
“A veces voy a casa de mis amistades y les limpio sus casas. Ellos son quienes me ayudan con mis alimentos o cuando caen los bonos y con eso es que cubro algunos gastos de los niños. Tengo muchos años aquí y no tengo quien me ayude”, reveló la mujer.
La dieta de la familia no incluye proteína, si acaso algo de productos refrigerados. A pesar de ser joven, por su condición de vulnerabilidad sufre de varices. Y así como ella, sus hijos también tienen una grave condición de salud debido a la humedad y cantidad de tierra en la zona.
“Si no tengo para comer, mucho menos para operarme. Cuando camino demasiado me duelen mucho. Y con la cantidad de tierra que hay aquí, mucho más. Hace años se me cayó mi hijo y lo operaron. Pero se me enferman mucho. Más que todo del pecho”.