El grupo Wagner es una fuerza paramilitar que ha estado luchando junto al ejército ruso en Ucrania. Sin embargo, en los últimos meses los mercenarios acusaron a Moscú de bombardear sus bases y amenazaron con deponer al mando militar del país.
Yevgueni Prigozhin es el líder de las tropas, quien acusó repetidamente al ministro de defensa de Rusia, Sergei Shoigu, y al jefe de ejército en Ucrania, Valery Gerasimov, de desabastecer deliberadamente a las tropas Wagner.
La cadena de noticias BBC indica que Prigozhin es un hombre de negocios apodado “el cocinero de Putin”, haciendo referencia al presidente de Rusia. Anteriormente, sus empresas se encargaban de proporcionar el catering al Kremlin.
El grupo Wagner, en 2014, respaldaba las fuerzas separatistas prorrusas en el este de Ucrania, en ese momento era una organización secreta y contaba con solo 5.000 combatientes. Sus filas estaban formadas por veteranos de los regimientos de élite y fuerzas especiales de Rusia.
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Actualmente, Wagner comanda 50.000 combatientes en Ucrania, según informó el Ministerio de Defensa de Reino Unido a principios de año. Al mismo tiempo, el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos afirmó que el 80% de las tropas salieron de prisiones.
Aunque las fuerzas mercenarias son ilegales en Moscú, Wagner se registró como empresa el pasado año y abrió una sede en San Petersbrugo. Los medios rusos los califican como una “organización patriótica” e incluso, los mercenarios, reclutan hombres abiertamente a través de vallas publicitarias.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, indicó que la rebelión del grupo Wagner contra Rusia solo revela la «debilidad” y la deriva autodestructiva de Moscú.
«Cuanto más tiempo mantenga Rusia a sus tropas y a sus mercenarios en nuestras tierras, más caos, dolor y problemas se creará a ella misma”, añadió el jefe del Estado ucraniano.
