Más de 34 millones de argentinos están convocados para este domingo 14 de noviembre a las urnas para renovar el Congreso.
Esta elección es especialmente relevante para el Gobierno, ya que, si pierde, como anticipan los sondeos, verá complicada su agenda legislativa en un escenario de grave crisis económica y negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En estos comicios, los argentinos deberán elegir a los candidatos para renovar 127 de un total de 257 puestos en la Cámara de Diputados y 24 de los 54 de la Cámara de Senadores.
La elección se realiza mediante papeletas en sobre cerrado. Los 24 distritos de Argentina elegirán diputados nacionales, pero solo ocho votarán senadores: Córdoba, Corrientes, Tucumán, Chubut, Santa Fe, Catamarca, Mendoza y La Pampa. Los senadores representan a las provincias en el Congreso, a razón de tres por cada una de las 23, a las que se suma la ciudad de Buenos Aires.
Lea también: OEA declaró ilegítimas las elecciones de Nicaragua
Las elecciones legislativas de medio término definen la relación de fuerzas que acompañarán al Gobierno de turno hasta el final de su mandato. Como en Argentina los mandatos presidenciales duran cuatro años, el presidente Alberto Fernández deberá convivir hasta 2023 con el Congreso elegido el domingo tras la votación.
Los partidos que más ponen en juego los lugares de los diputados son Juntos por el Cambio (del expresidente Mauricio Macri), con 60, y el Frente de Todos (en el Gobierno), que posee 51. En el Senado, en cambio, Juntos por el Cambio arriesga nueve asientos y el Frente de Todos 15.
Previamente, el 12 de septiembre, se realizaron las Primarias Abiertas Simultáneas (PASO), una primera etapa de la elección, en la que cada partido presentó distintos aspirantes para los cargos.
En esa instancia, los ciudadanos definieron con su voto cuál de todos esos aspirantes debía ser el candidato elegido para la elección general, que es la segunda etapa del proceso.