El papa Francisco recibió el alta la mañana de este sábado, después de permanecer tres días ingresado en el hospital Gemelli de Roma, a causa de una bronquitis. A su salida saludó sonriente a los periodistas, a quienes respondió: “Todavía estoy vivo, no he tenido miedo”.
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El pontífice argentino abandonó el hospital a las 10:20 de la mañana, hora de Roma, a bordo de un automóvil desde donde saludó a las personas que esperaban afuera del hospital y agradeció tanto a los miembros del equipo médico como a los periodistas que se han mantenido informando sobre su salud, de acuerdo con imágenes compartidas por la prensa internacional.
Jorge Mario Bergoglio, de 86 años de edad, retomará su agenda a partir del 2 de abril para presidir la misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro del Vaticano, que abre oficialmente los ritos de la Semana Santa.
Francisco fue ingresado el pasado miércoles a causa de una bronquitis de base infecciosa, por lo que se le aplicó un tratamiento de antibióticos en infusión, por vía intravenosa.
El papa también ha padecido afecciones de salud en su rodilla derecha que le obliga a andar con bastón o con silla de ruedas, pese a ello ha asegurado que no se quiere operar.
