Bernardo Arévalo de León fue investido, finalmente, en la madrugada de este lunes como el presidente de Guatemala hasta el 2028, luego de una jornada llena de incidentes.
La toma de posesión estaba programada para la tarde del pasado domingo, pero se atrasó más de 10 horas. Por lo ocurrido, varios jefes de Estado, entre ellos el rey de España, Felipe VI, dejaron el país sin poder presenciar la ceremonia
El retraso de la investidura tenía como objetivo un “golpe de Estado”, como señalaron algunos diputados de oposición, y tal y como advertido Arévalo en septiembre de 2023, cuando acusó a la fiscal y jefa del Ministerio Público (Fiscalía), Consuelo Porras, de querer evitar su investidura.
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“El pueblo de Guatemala ha demostrado su sabiduría, e instituciones como la Corte de Constitucionalidad y el Tribunal Supremo Electoral han protegido el deseo soberano de los guatemaltecos de vivir en democracia”, proclamó en su primer discurso como presidente.
El ahora mandatario recibió la banda presidencial de manos del presidente del Congreso, Samuel Pérez Álvarez, elegido también en el cargo este 14 de enero, debido a que el ejecutivo saliente, Alejandro Giammattei, se ausentó de la ceremonia argumentando que debía entregar su puesto a más tardar antes de la medianoche y por ello envió los símbolos institucionales por medio de su secretaria.
Arévalo de León ganó las elecciones presidenciales en 2023 de la mano del partido progresista Movimiento Semilla, nacido de las manifestaciones contra la corrupción que se registraron en Guatemala en 2015.
