El artista venezolano Wolfgang Salazar, mejor conocido como Badsura, denunció a una reconocida franquicia de restaurantes en la capital venezolana por estafa y violación de derechos de autor.
Badsura explicó la situación en la que después de varias invitaciones por parte de la gerencia del restaurante Tony Romas ubicado en el municipio Chacao, Caracas, decidió desarrollar una obra artística en el local, pero al culminar la pieza la empresa no le canceló por su trabajo.
“Una de las razones por las cuales este espacio decide llamar mi atención, principalmente radica en como el arte le da otra energía a los espacios y atrae a los visitantes, elementos de los cuales carecía el local. Me pareció agradable poder apoyar, hasta con algo de comunicación, en donde paute algunas entrevistas interesadas en este proyecto, buscando darle mayor vista a la obra y difusión al espacio”, relató en una publicación de Instagram.
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Salazar detalló que cuando finalizó la pintura, le solicitaron unos días de plazo para pagarle el total de su labor. Sin embargo, “esos días se convirtieron en varios meses y excusas, en donde se logra casi los 2/3”, por lo que luego exigió “el pago total” pero las excusas continuaron y la gerencia del local fue despedida, misma que dejó de darle respuesta.
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Por dichas razones, decidió ir directamente al restaurante para aclarar el asunto con la nueva gerencia, donde le aseguraron que todo se aclararía con el departamento de administración.
“Finalmente me responden diciendo que la que debe pagarme es la gerente despedida porque ellos no son responsables, y no tienen un contrato, para lo cual les respondo: que yo le pinté a @tonyromasve no a la casa de la exgerente, y que necesito hablar con el dueño y si ellos no me lo comunican haré una denuncia por las redes para ver si aparece”, expresó Wolfgang.
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Al pasar los días desde el hecho, el restaurante decidió tapar la obra que cuenta con un registro de propiedad intelectual con derecho de autor, sin consultar, la cual Badsura indica que es “una obra que no solo los beneficiaba, también le dibujaba sonrisas a quien transitaba por la zona”.
Asimismo, el muralista etiquetó a las autoridades como la Alcaldía de Chacao, la Dirección Nacional de Derecho de Autor en Venezuela y el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI) para obtener ayuda en el caso.
