La mañana de este miércoles 10 de enero arribó al Puerto de Miami, Florida (Estados Unidos), el crucero más grande del mundo creado por la compañía Royal Caribbean, con 20 cubiertas y capacidad para cerca de 10 mil personas, bautizado como “Icon of the Seas”, dando inicio a su temporada inaugural turística.
La empresa destacó la apertura como uno de los eventos marítimos con mayor relevancia este 2024 y por ser la primera embarcación ‘Clase Icon’ de sus cruceros. El proceso de construcción perduró unos 900 días desde Finlandia y representó una inversión de al menos 2 mil millones de dólares.
El lanzamiento presentó un barco calificado como ‘Category 6’, en el que se incorpora el parque acuático más amplio en alta mal con seis toboganes y una piscina de mayores dimensiones que la distinguen en la historia de los cruceros, además de 40 conceptos de innovación para la experiencia gastronómica.
Mide 48.5 metros de ancho, 365 metros de eslora (longitud de una embarcación comprendida desde la parte frontal hasta la parte trasera del casco) y pesa unas 250.800 toneladas con una capacidad específica de 7.514 pasajeros y 2.350 tripulantes.
Con un peso de 250.800 toneladas, la construcción representó una inversión de aproximadamente USD 2 mil millones.
The Icon of the Seas zarpará de manera oficial el 27 de enero de 2024 desde el Puerto de Miami para llevar a cabo rutas de siete noches por el Caribe Oriental y Occidental, realizando paradas en la isla privada CocoCay en Bahamas, República Dominicana y Puerto Rico.
A pesar de todas las atracciones en el gran barco, la celebración inaugural continuará en tierra con la programación de una fiesta en el Museo de Arte Pérez, para brindar a su personal la oportunidad de explorar de cerca las bondades de la embarcación.
El anuncio de apertura se viralizó rápidamente en redes sociales, sin embargo, algunos se mostraron preocupados pronosticando posibles consecuencias para el medio ambiente.
“Sé que los cruceros son un gran negocio para el puerto de Miami, pero estoy realmente preocupado por toda la contaminación que traen consigo estos barcos. Me siento mal por la gente que vive cerca de ellos, especialmente por la isla Fisher.”, comentó una usuaria en Instagram.
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