La crisis económica que impera en España por el aumento de la pandemia hace estragos en el sector comercial, centrado actualmente en un conflicto en la urgencia de renegociar los alquileres de los centros comerciales para poder sobrevivir.
En Catalunya, el Gobierno emitió un decreto en el mes de enero en que se obliga a los grandes propietarios a rebajar un 50% del alquiler y los gastos de los locales comerciales, sin embargo, muchos se niegan a aplicarlo.
Entre las denuncias puntuales están las realizadas por Retail Comertia y Barcelona Oberta, asegurando que los centros comerciales operados por el grupo francés Unibail-Rodamco-Westfield (URW), como La Maquinista, Glòries o Splau, están negadas a acordar una rebaja de los alquileres con las tiendas pese a las múltiples restricciones públicas que les impiden abrir.
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En efecto, todos los centros comerciales de Catalunya están cerrados, y lo previsto es que se mantengan así por lo menos hasta el 7 de febrero.
“Desde el 14 de marzo, fecha en que se decretó el Estado de Alarma, este arrendador ha estado posponiendo y evitando la renegociación de los alquileres de locales comerciales afectados”, afirman ambas asociaciones de comerciantes.
La situación tiene en guerra a empresarios de toda España, la mayoría de la pequeña y mediana industria, y ya está generando acciones legales, aunque también una treintena de tiendas de los aeropuertos están en conversación con Aena para que les rebaje el precio de los locales.
Ante los hechos en Catalunya, la Asociación de Comerciantes de Centros Comerciales están analizando acogerse a la cláusula del decreto catalán, que especifica que los operadores que se hayan acogido a esta normativa y hayan estado al menos tres meses cerrados pueden abandonar el centro comercial sin tener que pagar la cláusula de obligado cumplimiento.