Esta es la historia de Zhang Ruifang, una anciana que vivía en una aldea de la provincia central de Henan, en China y que desarrolló un sorprendente cuerno de color negro de casi seis centímetros de largo en su frente.
La historia fue replicada en el diario español La Razón, pero el hecho data de 2010 cuando sus vecinos quedaron sorprendidos al ver como la mujer de 101 años tenía un cuerpo de aspecto similar al de una cabra en su frente, de acuerdo con los relatos recogidos por un diario local del pueblo.
El cuerno, formado por queratina (sustancia que también se encuentra en los pelos y las uñas humanas) no le causaba dolor ni ninguna molestia, precisó en su momento Ruifang. Establecido en la parte izquierda de su frente, el cuerno no era más que una protuberancia benigna que suele aparecer en personas de la avanzada edad.
Posteriormente, en la parte derecha, le apareció otra protuberancia similar, también de color negro, pero de un tamaño mucho menor.
Los cuernos cutáneos tienen bases científicas, lo que no solo los convierte en fenómenos que puedan estudiarse, sino también en susceptibles a tratamiento y supresión.
