El confinamiento, debido a la pandemia por covid-19, ha convertido al pueblo de Nanawa, localidad paraguaya en la frontera con Argentina, en un pueblo fantasma por la quiebra del grueso de sus comercios.
Las estrictas políticas en Argentina con respecto al intercambio de bienes en la frontera ha significado un duro golpe económico para el pueblo, ya que los comerciantes dependen completamente del comercio con su hermano país.
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“Mi esposa vive con una de mis hijas en Clorinda (Argentina) y yo en Nanawa con otras dos. En las fiestas de fin de año pudimos encontrarnos por unas horas para la cena, pero de madrugada tuve que volver cuando estaban relajados los controles”, relató Mariano Vega, un vendedor de lácteos y aceite de la zona, a la agencia AFP.
Los habitantes de la comunidad paraguaya claman porque se reabra la frontera. La mayoría tienen la doble nacionalidad, entre los que se encuentran varias decenas de menores de edad que vieron cortados su proyección escolar ante el cierre de la frontera y la incomunicación.