Monómeros, la petroquímica filial de Pequiven con sede en Colombia, divulgó un comunicado tras el escándalo en el que la empresa se vio involucrada tras el anuncio de que la Superintendencia de Sociedades de ese país tomaría el control de la misma.
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“No es una quiebra” es el primero de los tres puntos del comunicado que asegura que esta medida es parte de un “plan de salvamento y crecimiento” para “garantizar la protección” de la empresa.
Al mismo tiempo, el escrito subraya que “Monómeros sigue operando” y que “los resultados financieros” del 2021 “son positivos”.
Tras la juramentación de Juan Guaidó como “presidente encargado” en 2019, esta empresa petroquímica pasó a ser controlada por dicha gestión a través de una junta directiva ad-hoc.
La expresidente de la junta directiva de Monómeros, Carmen Elisa Hernández, presentó su renuncia al cargo hace un par de semanas tras señalar que se encuentra en desacuerdo con la actual gerencia de la organización.
A través de una carta enviada a Guaidó, Hernández se situó en una posición de desacuerdo a la opinión de la compañía frente a la medida de toma de control anunciada por la Superintendencia de Sociedades.
Hernández consideró que esta determinación supone el “único mecanismo para proteger a Monómeros y permitirle superar la grave situación en la que se encuentra”.
Al contravenir la resolución de la Superintendencia , la empresaria alertó que se ponen en riesgo más de “600 empleos directos y más de 1,000 indirectos”.
