Un equipo de profesionales en el área de la agronomía creó la organización Campo en el municipio Bolívar del estado Yaracuy, Venezuela, con la idea de defender los derechos de los campesinos y trabajadores agropecuarios del país.
“El nombre de Campo significa cooperación, acción, movimiento, producción y organización. El movimiento y la organización lo llevamos en base a los derechos humanos y también el tema de la producción del campesino, de los grupos vulnerables para poder garantizar la seguridad alimentaria aquí”, indicó el director general de la ONG, Pedro Hernández.
Esta iniciativa, además, busca impulsar la capacitación de los ciudadanos que habitan las zonas rurales del país para que puedan mejorar las condiciones en las que trabajan, específicamente en lo que respecta a la formación del abono orgánico en huertos familiares.
“Para todos es conocido las dificultades que hay en el país con respecto a la producción y obtención del abono químico que esencialmente obtiene su materia prima a partir de la empresa petrolera, y de todos es conocido la situación caótica que está nuestra industria y por ende la empresa elaboradora de abono orgánico para Venezuela que está totalmente paralizada”, explicó el ingeniero agrónomo, Ismael Oropeza.
El abono que realiza Campo se conoce como “humo de lombriz roja”, es natural y se obtiene de la actividad y excremento de las lombrices en un sustrato adecuado donde puedan multiplicarse. El producto final es suave al tacto, sin olor y con un PH neutro indicado para fertilizar campos, huertos y árboles frutales.
“Hemos estado promoviendo unidades de producción donde los grupos vulnerables, las madres solteras, personas con discapacidad, pacientes oncológicos, adultos mayores y campesinos puedan promover los huertos familiares con acompañamiento técnico de nuestros aliados”, aseguró Hernández.
