Rusia originó una fuerte crisis de energía eléctrica en muchos países de Europa al cortar los suministros de gas natural a consecuencia de su guerra con Ucrania iniciada hace ya ocho meses, según informó AP.
Es por ello que muchos ciudadanos se han visto en la obligación de regresar a la época medieval y utilizar métodos más baratos de calefacción ante la llegada del invierno, como es la quema de leña.
Esta necesidad ha llevado a que se disparen los precios de la leña y que las grandes industrias madereras, asuman medidas con sus árboles para asegurar que no sean robados o maltratados sus árboles, colocando dispositivos de rastreos en muchos de ellos.
En este sentido, países como Alemania, Polonia, República Checa y Moldavia, han visto incrementado la demanda por la leña hasta cierto punto que han debido limitar las ventas para evitar las compras ‘especulativas’ de la población.
Sin embargo, han sido muchas las personas que se han aprovechado de la situación energética europea para estafar, muchas veces por medio de páginas en internet, a personas que desean adquirir leña para sus hogares o negocios, convirtiéndose en una situación común en muchos países afectados por la crisis.
La deforestación sin control en los bosques y la contaminación ambiental también se ha visto incrementada por los individuos que desconocen la industria de la leña, cortando muchas veces árboles jóvenes sin proceder a la siembra de nuevos ejemplares.
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