La policía de la prefectura japonesa de Nara admitió este sábado que tuvo fallas de seguridad durante el evento en el que resultó asesinado el ex primer ministro del país, Shinzo Abe.
“Es innegable que se han producido fallos en la seguridad”, lamentó el jefe de policía, Tomoaki Onizuka, quien se disculpó en público.
Shinzo Abe, una de las figuras más influyentes de su país, recibió heridas de bala en el pecho minutos después de comenzar un discurso el viernes 8 de julio. Aunque fue trasladado vía aérea a un hospital, los médicos confirmaron que se encontraba sin signos vitales.
Distintos líderes mundiales, como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, condenaron el hecho y pidieron justicia.