Luego de que un obispo advirtiera al papa Francisco que su participación en una gran conferencia interreligiosa de paz en Kazajistán podría confundir sobre un respaldo a un “supermercado de religiones”, el pontífice aseguró que dichos diálogos eran cruciales “en contraste con la locura de la guerra”.
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El diálogo interreligioso, organizado por el gobierno de Kazajistán, reunió al menos 80 líderes musulmanes, judíos, budistas, cristianos, taoístas y de otros credos que pidieron un mayor esfuerzo para lograr combatir la guerra, pobreza y cambio climático.
Tras elogiar el evento, Francisco reiteró que la religión no debe utilizarse para justificar las guerras, “les rogamos, en nombre de Dios y por el bien de la humanidad: ¡Comprométanse en favor de la paz, no en favor de las armas! Sólo sirviendo a la paz, el nombre de ustedes será grande en la historia”, dijo.
En un documento final, se le pide a todos los líderes mundiales abandonar cualquier retórica agresiva y destructiva, además del cese de conflictos y el derramamiento de sangre, sin mencionar a ningún país en guerra de forma directa.
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