La gran mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) denunciaron los crímenes de lesa humanidad que se cometen en Corea del Norte.
A través de un comunicado, más de la mitad de los 15 miembros (permanentes y transitorios) alertaron que en la nación asiática, dominada por una dictadura comunista, ocurren crímenes que “revelan un estado sin igual en el mundo contemporáneo”.
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“La gravedad, escala y naturaleza de las violaciones de Corea del Norte (…) se cometen siguiendo las políticas establecidas al más alto nivel del estado”, añadió, por su parte, el embajador de Alemania ante la ONU, Christoph Heusgen.
Datos ofrecidos en la misiva hablan de unas 100.000 personas en Norcorea, entre ellas niños, que permanecen encarceladas en campamentos de presos políticos “donde se les somete a tortura, trabajos forzados, ejecuciones sumarias, inanición, violencia sexual y de género y otras formas de trato inhumano”.
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No dejaron por fuera las populares ejecuciones públicas que se dictan contra los considerados traidores al sistema y dictadura comunista impuesta por Kim Jong-un. Quienes han desertado hablan que “todo aquel que es mayor de 12 años es obligado a asistir a las ejecuciones públicas, que sirven para recordar a los ciudadanos de las consecuencias de oponerse al Gobierno”.
