China abrió una investigación en la compañía Shenzhen Bioeasy Biotechnology, la cual fue la encargada de venderle al gobierno español las pruebas de test rápidos que eran para detectar el coronavirus, y que según las autoridades sanitarias de España, salieron defectuosas, así lo dieron a conocer fuentes oficiales a la agencia EFE.
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Los resultados, que todavía continúan, aún no han arrojado ningún tipo de irregularidades hasta ahora. Según estas fuentes oficiales, resaltaron que el gobierno de China no “tolerará ninguna práctica” que no se encuentre ajustado a los criterios autorizados.