Tras la desaparición de los turistas, ahora proteger la vida silvestres en peligro de extinción como los rinocerontes negros se ha convertido en un desafío mucho mayor.
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Loa cazadores ahora solo se preocupan en como ganarse la vida.
Un guía de patrulla y jefe de la unidad canina del conservatorio sin fines de lucro “Ol Pejeta Conservancy”, en Kenia, John Tekeles, indicó que existen preocupaciones de que la pandemia del covid-19 puede aumentar la caza furtiva.
“Estamos más alertas porque quizás más cazadores furtivos usarán este tiempo para entrar a cazar furtivamente”, indicó.
Ol Pejeta es el hogar de más de 130 rinocerontes negros, la población más grande de África oriental y central, dijo Richard Vigne, director gerente de la conservación.
El número de rinocerontes negros en África ha aumentado lentamente, aunque la especie sigue “en peligro crítico”, de acuerdo a un informe publicado en marzo por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, o UICN. Se acredita, en parte, la aplicación efectiva de la ley.