Corea del Norte conmemoró este viernes el 10° aniversario del fallecimiento del exlíder Kim Jong Il con un mensaje de lealtad pública hacia su hijo, Kim Jong Un, quien actualmente dirige el país.
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Durante este acto se demostró el control que tienen hacia la población, la cual tuvo que inclinarse y guardar silencio durante tres minutos en señal de respeto a Kim Jong Il, mientras que los autos, trenes y barcos hicieron sonar sus bocinas.
Además de esta medida impuesta por el régimen de Jong Un, también hizo acudir a una gran cantidad de personas al monte Mansu en Pyongyang para depositar flores y presentar sus respetos a las estatuas de Kim Jong Il y Kim Il Sung.
En aniversarios anteriores Kim Jong Un acudió al mausoleo donde descansan los cuerpos embalsamados de sus antecesores para rendirles tributo, aunque todavía no se ha confirmado ningún evento de este tipo.
“Debemos hacer todo lo posible por reforzar nuestra unidad de mente única (…) manteniéndonos unidos detrás del respetado camarada Kim Jong Un”, detalló el principal diario del país, Rodong Sinmun, en un editorial del aniversario que demuestra el control que tienen ante la ciudadanía.
