Con Estados Unidos como destino, diariamente son cientos los migrantes venezolanos que le hacen frente a los vericuetos del continente, entre ellos el Tapón del Darién. Producto de los testimonios inimaginables y dantescos de quienes logran atravesarlo, uno de los diarios más importantes del mundo, el New York Times, documentó lo que significa cruzar ese paso entre Colombia y Panamá.
Cadáveres y el miedo esculpido en sus rostros como testimonio del padecimiento de quienes no logran superar la travesía. Grupos de personas, conocidos, familiares o extraños emprenden un viaje cuyos relatos son variopintos. Se trata de una suerte de ruleta rusa en la que no se sabe quién es el desafortunado afortunado.
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El New York Times, reseñó la historia de una enfermera de 45 años que decidió cruzar la selva junto a 10 familiares, de todas las edades. La mujer aseveró al rotativo americano que “si mil veces me toca venirme, mil veces lo voy a hacer”.
La meta de quien se aventura en este viaje, algunas veces sin retorno, es la de buscar un mejor futuro para su familia. Esta es la postura de otro migrante venezolano, un hombre de 40 años, que migró previamente a Colombia. “Yo de Venezuela me vine a Colombia, trabajé y trabajé. Pero mi mente es muy grande y necesito un futuro para mis hijos”, aseveró al equipo reporteril del NYT.
“En decenas de entrevistas a lo largo de varios días de caminata en la ruta, quedó claro que se está gestando una crisis humanitaria como no se había visto antes en el Darién, producto de una combinación de la desesperación, la atracción perdurable de sueño americano y las publicaciones engañosas en las redes sociales”, concluye el rotativo.
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