Una ola de cierres de restaurantes y hoteles que vendían alimentos u hospedaban a la líder opositora María Corina Machado y a su equipo de Vente Venezuela, han aumentado la «indignación» y el deseo de cambio de los venezolanos, de acuerdo con expertos reseñados por la VOA.
El medio resalta que el Seniat, organismo de fiscalización tributaria, decretó clausuras y multas en seis ciudades de quienes apoyaran la logística de la oposición en Venezuela, mientras militares confiscaron la canoa en la que Machado se movilizó por un río en la región de Apure.
A pesar que las fiscalizaciones tributarias son rutinarias, la oposición ha subrayado la coincidencia de que ocurran de inmediato en locales donde se brindaron servicios a sus dirigentes o se realizaron reuniones políticas.
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Entre los cierres ocurridos, se encuentra el de la venta de empanadas Pancho Grill en el poblado de Corozopando, en Guárico, en el centro de Venezuela, que 30 minutos después de que se difundiera un video de Machado comiendo frituras allí, fue sancionado.
“Pueden tratar de cerrar (negocios), pero la realidad es que no va a alterar el deseo de cambio en la gente. Cualquier amenaza a comercios o actores económicos termina generando un efecto de ‘no me importan las consecuencias’” aseveró el analista y presidente de la firma venezolana ORC Consultores.
Asimismo, el politólogo Doriam González explicó que los venezolanos observan y comparan la conducta de Nicolás Maduro y María Corina Machado, que impulsan sus campañas con base en catalizadores distintos de la intención de voto: uno promueve “el miedo”; el otro, “la esperanza”.
“Apostar por el miedo sin condiciones económicas que den un valor agregado puede ser contraproducente, al punto de comerciantes y empresarios que retan al gobierno a cerrarlos o sancionarlos si apoyan a Machado o a la oposición», aseguró González.
