El campesino Carlos Dugarte, habitante de El Nula, población del municipio Páez del estado Apure, ubicada en la unión del estado llanero con el estado andino del Táchira y en la frontera con Puerto Colombia, narró cómo fue sometido y golpeado por funcionarios policiales de esa localidad por no usar tapaboca.
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El hombre reconoció la legitimidad del llamado de atención hecho por los funcionarios policiales, ante la prevención de la covid-19, pero denunció que en lugar de recibir una advertencia verbal, recibió una “paliza”.
“El deber de ellos es que si ven a uno sin tapaboca le hagan la advertencia, pero no que lo agarren a golpes, tienen que dejar de hacer esas cosas porque la gente ya está cansada”, reflexionó.
El campesino narró que el hecho sucedió el miércoles por la noche, cuando regresaba de labores de campo con su esposa tras cruzar el puente sobre el río Nula de esa población, y se topó con siete funcionarios policiales, incluida una mujer, a quién consideró “la más agresiva”.
“Yo venía de trabajar, tenemos un cultivo de cacao en el sector de La T y siempre bajamos tarde porque a las matas hay que echarles agua a partir de las 6 de la tarde… Después que paso el mecate (cuerda) que ellos tienen ahí, ubicado en el puente sobre el río, me agarraron entre todos, siete policías y me cayeron a golpes”.
Describió, además, cómo fue la embestida de la mujer policía: “Se me tiró encima y me estaba ahorcando y uno sacó su pistola porque yo no me quería dejar esposar”.
Ante la agresión, el hombre confesó que también él respondió con violencia: “Tomé una piedra para defenderme y tampoco iba a dejar que me montaran en la patrulla porque yo no soy un delincuente”.
Contó que la agresión fue suspendida tras percatarse, los funcionarios policiales, que su esposa estaba grabando el incidente y debido al escándalo de familiares que se acercaron rápidamente, quienes amenazaron con denunciar la situación.
Indicó también que tras lo sucedido, los agresores trataron de persuadir a su esposa para que borrara el video y a negociar con él para impedir la denuncia. “Ellos empezaron a hablarme por debajito, que venga que vamos a hablar por las buenas y yo no me quise dejar hablar después de que me hicieron todo eso”, aseguró.
El campesino relató lo sucedido este jueves ante la emisora local de radio Fe y Alegría El Nula 106.1 FM y argumentó que además de dar a conocer la situación irregular, su intención con la difusión era generar conciencia en el organismo policial acerca del uso desproporcionado de la fuerza con los habitantes de la zona y de lo cual “ya estamos cansados”, advirtió.
