En el marco del Mes del Orgullo, el presidente estadounidense, Joe Biden, lamentó que la lucha para proteger los derechos de la comunidad LGBTIQ+ “está lejos de terminar” debido a “leyes de odio” implementadas en varios estados republicanos contra este colectivo.
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“Nuestra lucha está lejos, lejos de acabar debido a lo que algunas personas histéricas, y diría que, con prejuicios, están haciendo en el país”, dijo Biden durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro británico, Rishi Sunak, en la Casa Blanca.
El mandatario demócrata señaló que “algo está mal cuando una persona puede casarse por la mañana en EE. UU. y ser despedida de su trabajo por la tarde por ser gay”.
Asimismo, condenó la violencia y los crímenes de odio contra personas homosexuales y transexuales, que en los últimos días han aumentado. “Está mal que responsables (gubernamentales) extremistas estén impulsando leyes de odio que tienen como blanco a menores transgénero, aterrorizando a familias y criminalizando a los médicos”, aseveró.
Además, la Casa Blanca anunció un nuevo paquete de medidas para proteger los derechos de la comunidad que agrupa a las personas por orientaciones sexuales e identidades de género. Este contempla un programa de seguridad para la capacitación de diversas organizaciones para defenderse de ataques y amenazas.
También incluye el financiamiento destinado a apoyar la salud mental de los jóvenes LGBTI, así como brindar albergues para aquellas personas sin hogar.
De acuerdo con el Gobierno de Biden, más de 12 de los 50 estados del país norteamericano han aprobado leyes anti-LGBTQ, como la ley “Don’t Say Gay” en Florida, que prohíben desde los tratamientos de transición de género para menores hasta la enseñanza sobre orientación sexual e identidad de género en las aulas.
En este sentido, Biden instó al Congreso a aprobar una ley que ampare los derechos de los estadounidenses de esta comunidad.
