El gobierno de Etiopía declaró este martes estado de emergencia nacional ante el avance, en los últimos días, de los rebeldes de Tigray que reivindican la toma de dos ciudades estratégicas en el norte de la región.
El Consejo de Ministros de ese país aprobó la decisión que fue anunciada por el ministro de Justicia, Gedion Timotios, en una conferencia de prensa.
El estado de emergencia se adoptó, según el ministro, para frenar a las fuerzas tigriñas y evitar la desintegración del país. Tras la declaración se prohíbe portar armas de fuego excepto a las personas autorizadas por las fuerzas de seguridad, se restringe la realización de protestas y prohíbe diseminar información o propaganda de apoyo de grupos considerados terroristas, como los rebeldes de Tigray.
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El anuncio se produjo después de que, entre el sábado y el lunes, el rebelde Frente Popular de Liberación Tigray (FPLT) anunciara la toma de dos ciudades amharas, Dessie y Kombolcha, a menos de 400 kilómetros de la capital de Etiopía.
Además, las autoridades de la capital etíope pidieron a los residentes de la ciudad que registrasen todas sus armas privadas y cooperen con las fuerzas de seguridad para defender sus zonas.